¿Quién podría decir que a los líderes no nos gusta el poder?
Desde las posiciones de poder se puede influir y también hay que tener el poder para influir en los demás. Muchos líderes se dieron cuenta de que los modelos del pasado, verticales, lejanos y desactualizados, dejaron de funcionar. Dejando a su paso, no hay que negarlo, buenos resultados, pero a la vez grandes resentimientos, falta de confianza, entre otras muchas cosas.
Pirámide Invertida
Ser el “jefe” o “estar en la punta de la pirámide” no nos convierte en poderosos, nos compromete a servir a más personas, creo profundamente en la filosofía de la “Pirámide Invertida” en la cual, mientras más arriba estés, ésto no significa que todos los que están “debajo” te sirven. Como líder te darás cuenta de dónde estás, con tan sólo girar la pirámide 180 grados. Te darás cuenta de a cuantos debes servir. El reto del líder es llegar a la cúspide sin perder su voluntad de servir a los demás.
En mi formación Jesuita pude entender claramente que la Compañía de Jesús forma a sus estudiantes, para que al momento de llegar a posiciones de poder no se olviden de para qué están allí. El líder sirve a su equipo y punto. “En todo Amar y Servir”.
Pero para lograr ésto, los líderes nos debemos desprender de la arrogancia que viene acompañada del poder. Debemos abrazar la humildad. Condición que hará que nuestros colaboradores lo sientan cerca y se sientan en la confianza de compartir aquello que sienten en la interacción que se produce en el trabajo y por qué no, en la vida personal y familiar.
El concepto de servicio lo veo reflejado claramente en la voluntad que debemos tener los líderes para ayudar a nuestros colaboradores a desarrollar nuevas capacidades y a estar allí muy cerca, cuando el equipo lo necesite.
Con un liderazgo a distancia, sólo estaremos para ser forenses de lo ocurrido, no los protagonistas que nos demanda el rol. Es un reto ser el líder, pero aún mayor, tener la capacidad de asumir la responsabilidad de serlo.
Coach Ontológico
Más de 30 años de experiencia en empresas de consumo masivo y de servicios.
Orientado al cliente y a las personas, a la mejora continua, a la creación de valor y a los resultados.
Amante de la Naturaleza y de la Familia.
