Decálogo para el uso de un Grupo de WHATSAPP

A partir de las molestias que se han ocasionado y de cómo se ido deteriorando el propósito de lo que, en principio, era una herramienta útil para una comunicación efectiva, a continuación quisiera brindarles un decálogo para el uso adecuado de estos chats grupales en WhatsApp, considerando la economía de la atención o la dificultad para atender un mercado saturado de información y mensajes:

1- Envía mensajes únicamente relacionados con la razón de ser del grupo. Para ello es vital tener claro esto último. Por ejemplo: si el grupo tiene un sentido político, no envíes oraciones.

2- Enviar fotos personales de forma excesiva puede desvirtuar el sentido del grupo; a menos de que ése fuese el propósito por el cual fue creado.

3- Cuando un miembro comparta alguna comunicación personal no es necesario que todos contesten ‘amén, amén y amén’ o ‘feliz cumpleaños, feliz cumpleaños’. Incluso, puedes optar por escribirle a esa persona en privado, si quieres hacerle llegar tu cumplido.

4- El espacio grupal no debe ser congestionado ni sustituir el espacio directo entre dos de sus miembros. Si es algo que no inmiscuye a todo el grupo, los interesados deberían escribirse desde chats privados.

5- Evalúa el multiplicar las cadenas tipo: ‘si no lo reenvías a 12 personas, te caerá el hechizo gitano’, pues se convierte en contenido basura.

6- Permitir la interacción y evitar monopolizar la conversación puede ayudarte a identificar tu necesidad de ocupar mayor espacio; participar cuando se justifica y agregar valor al objetivo del grupo debe ser la consigna.

7- Los mensajes de voz tan largos pueden atentar contra el tiempo de la otra persona; considera la economía de la atención y resume tu idea central.

8- Cuando vayas a enviar algo, ten en cuenta los horarios de descanso y fines de semana. Vela porque la hora sea la oportuna.

9- En el caso de los grupos de trabajo, responde siguiendo la dinámica que impera para no interrumpir los avances en términos de decisiones.

10- No es realmente ofensivo que alguien no participe activamente. Es importante respetar el ritmo de vida de cada quien.
Tampoco es una afrenta que alguien abandone el grupo, ya que tendrá sus razones válidas. Y si te genera dudas su acción, siempre puedes indagar.
Si el administrador del grupo considera que hay un miembro que no cumple con el propósito, puede conversarlo directamente con esa persona y, luego, desincorporarlo.

Estimo que estas son las consideraciones más esenciales para una comunicación mucho más práctica y que cumpla con los objetivos de tanto los grupos personales como los organizacionales que establecemos en esta aplicación.

Sin embargo, a partir de una consulta que hice en mis redes sociales sobre qué otras recomendaciones podrían hacer las personas de acuerdo con su propia experiencia dentro de estos grupos, surgieron algunos tópicos bastante interesantes que merecen un punto y aparte:

  • Ante la proliferación de rumores y hechos falsos que se cuelan por estos grupos, los usuarios sugieren hacer una doble y hasta triple confirmación de la información antes de multiplicarla.
  • Así, también se hace necesario que las personas dediquen tiempo a leer si lo que quisieran comunicar ya no ha estado en la conversación de ese chat, evitando las reiteraciones innecesarias. Para ello, una herramienta con la que se puede saber si ya ciertos puntos han sido discutidos es el módulo de búsqueda que ofrece esta app.
  • Por otro lado, WhatsApp permite configurar algunos grupos para que sean solo los administradores quienes tengan la posibilidad de enviar comunicaciones, algo muy conveniente para esas comunidades en las que el único objetivo es el de recibir instrucciones o información acerca de un servicio.

Pero como estas aplicaciones están fundamentadas sobre los hábitos de sus consumidores y el trabajo de sus desarrolladores es atender nuestras demandas, ya WhatsApp dio a conocer que en su más reciente actualización, existe la posibilidad de que antes de que alguien sea incluido en un grupo, la app le permita unirse o no voluntariamente.

Finalmente, quisiera recalcar que, de verdad, la participación en estos grupos no es obligatoria.

Hubo un usuario de mis redes que expuso que le parecía de mala educación el que no hubiese correspondencia cuando se enviaba alguna comunicación o se hacía un comentario sobre un tema en discusión.

Por eso yo recomiendo mucho que, cuando comentemos algo en el grupo y queramos la opinión de los demás, debemos ser específicos en lo que quisiéramos recibir del otro y hacer una petición. Por ejemplo: ‘les pido que me digan qué piensan en relación con esto’.

Como en todas las relaciones, las que llevamos con nuestros compañeros más inmediatos o con quienes estamos en un grupo de WhatsApp, la idea es siempre apuntar hacia la claridad y mantener una comunicación fluida, que no se contamine con elementos que no aporten y en la que seamos demandantes conscientes de lo que, en realidad, queramos/necesitemos recibir.

 

Andreina Atencio

@coachandreina

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